viernes, 11 de febrero de 2011

DOÑA URSULA Y EL LOBO

Platicando con gente del “valle” (Valparaíso) noté que usaban algunos “modismos” que al principio resultaban incomprensibles para mí. Como por ejemplo, hablando de política me decían que una presidenta que tuvieron, durante su mandato había sido bien “úrsula”, pero que al final resultó todo lo contrario. ¿Ursula? ¿Qué significaría eso?. Y ya luego me aclararon que en esa tierra, es muy común usar tal término cuando se refieren a una persona muy ahorrativa, tacaña, avara, pacata. ¿Pero, por qué decirles úrsulos o úrsulas?
Me contaron sobre eso una historia muy bonita que a continuación transcribo:
El rancho de Siana de abajo, es una pequeña localidad situada al oriente de Valparaíso, que antiguamente fue parte de la hacienda de San Agustín de El Vergel, y llamado así porque una de las propietarias se llamaba “Siana”. En ese ranchito vivía doña Ursula Ruiz Reyes con su hermana Juana y más familiares. Juana tenía una criada llamada Rosa Rosales, muy hacendosa y trabajadora.
Doña Ursula contaba con sus huertas, sus vaquitas, sus tierras. Cuando su huerta daba frutos, ella y su hermana Juana caminaban los pocos kilómetros que había hasta el valle, llevando cada una sendas tinas colmadas de fruta, mismas que vendían y el producto de su venta lo guardaban celosamente.
En aquellos tiempos era muy común que los lobos bajaran al valle y se nutrieran comiéndose cuanto animal desvalagado o apetitoso se encontraran en el camino.
En la pequeña casa de doña Ursula, habían notado que por las noches un lobo se paseaba por los corrales y que rascaba la puerta de las rústicas habitaciones. Aunque salían a ahuyentarlo, no lo encontraban.
Una mañana, muy temprano, en que los hombres se fueron a sembrar, solo quedaron en la casita doña Ursula y Rosa Rosales. Rosa estaba ordeñando una vaca, cuando de pronto un lobo grandote que llegó sigilosamente se le vino encima. Rosa gritaba pidiendo auxilio, y atinó a agarrar un leño y darle de leñazos al inoportuno comedor de gallinas. El lobo como que no esperaba esa resistencia ni la leñiza y huyó, pero para meterse a la salita de la casa. Ahí estaba doña Ursula, la que la ver al animal se asustó muchísimo y más cuando este de un brinco la atacó pensando que la mujer sería presa más fácil que la ordeñadora Rosa. Mujer y bestia se trenzaron en una feroz pelea, donde al principio llevaba las de ganar el lobo. Ante los rasguños, doña Ursula respondía con golpes que de alguna manera le causaban daño a la fiera. Algunos dicen que atinó a meterle todo el brazo al animal, hasta el cogote, sofocándolo feamente y con el otro brazo lo seguía golpeando. El salvaje animal como pudo se zafó, y así sofocado, reculó (digo, emprendió la retirada). Para entonces, ya la alarma había cundido y la gente comenzaba a llegar a la casa. El comegallinas iba corriendo medio atarantado, cuando Pascual Avila, hijo de doña Ursula, lo alcanzó y de un certero hachazo lo mató.
En ese entonces, el gobierno premiaba por los lobos que se mataran, siempre y cuando presentaran la piel a las autoridades correspondientes. Y así fue, colgaron al lobo en un mezquite del camino real. Rosa estaba vomitando bilis amarillas y sangraba de los brazos, por lo que de inmediato se la llevaron a Zacatecas, porque en Valparaíso no había doctor. Dicen que les dieron harta plata, misma que se repartieron doña Ursula y su hijo Pascual sin darle nada a Rosa, aunque los tres habían intervenido en la muerte de ese lobote.
Las malas lenguas cuentan que la fortuna de doña Ursula comenzó con ese dinero que le dio el gobierno, pero se afirma que su dinero lo obtuvo porque era muy ahorrativa. Dicen que ella y su hermana Juana tenían cada una su olla para guardar su dinero, y diariamente la sacaban al patio, donde la extendían sobre un cuero de vaca, para que se oreara y no se hicieran mohosas las monedas de plata y oro que día con día se multiplicaban, gracias a las dotes ahorrativas de las mujeres.
Hubo un momento en que las hermanas (Juana y Ursula) se fueron al valle, pues el negocio de la venta de fruta era muy bueno, dejando encargada su casa a un familiar llamado Genarito, con la instrucción que de vez en cuando sacara los cueros y sobre ellos tendiera las monedas, pero muy a escondidas de todos. La cosa es que Genarito se ha de haber ido de la lengua, y alguien se llevó lo que había en las ollas.
Mucho afectó a doña Ursula este hecho, pero cuentan que no eran las únicas ollitas que tenían, pues en la casa del valle, también tenían sus recipientes de barro donde guardaban sus ahorros, y también acostumbraban sacarlos a orear. En la casa donde vivieron, después muchos escarbaron en busca de tales ollitas aunque no se sabe si tuvieron fortuna. Valparaíso es un lugar con magia, con muchísima historia, con arraigo familiar y aún hay familiares de esta persona que hubiera matado valientemente a un lobo de buen tamaño y cuyo nombre se usa como sinónimo de “ahorrativa”.
SORIANA. El miércoles pasado a Pablo Torres Corpus le pegó de esa enfermedad de la que tiene que ir uno en chinga a establecer su oficina sentado en la taza del baño. Y es que todos sus esfuerzos por lograr recrear una imagen urbana digna para Jerez parecía que se iban a la basura. Los empresarios de Soriana le dieron madruguete inaugurando su tienda sin respetar los lineamientos sobre imagen urbana que hay para un “pueblo mágico”. Supongo que hicieron las cosas a su arbitrio, sin hacer estudios de impacto ambiental, uso de suelo y sin hacerle caso a las directrices de Monumentos Coloniales. Ya hubo la promesa que este lunes comenzarán la construcción del frente de Soriana. Yo como Santo Tomás: hasta no ver, y es que esas grandes empresas están acostumbradas a hacer lo que les da la gana. En lo personal vi mal que el titular de desarrollo económico inaugurara la tienda, es como si avalara esa gran irregularidad. Aparte que Soriana no aporta nada benéfico para Jerez. ¿Qué 70 empleos directos además de los indirectos? En tres meses ya no serán 70, sino unos 20, con salarios mínimos y jornadas extenuantes. ¿Que precios muy bajos? Realmente los precios no son bajos, son los mismos que cualquier tienda de autoservicio, y si lo duda, compare. Por el momento los que están resintiendo la apertura de esa tienda, son los abarroteros, panaderos, tortilleros y demás comerciantes del área de influencia ¿Cuántos pequeños negocios desaparecerán?. Soriana no dejará nada a Jerez, ni siquiera impuestos. Nada. Solo la basura, que esa sí tendrá que ser recogida por el Departamento de Limpia y llevada a acrecentar los basureros del municipio. Ojalá y Pablo tenga suerte en sus empeños y logre que estas gentes (las de Soriana) hagan la fachada de su negocio como corresponde. Porque si no, el nombramiento de “Pueblo Mágico” corre peligro, aparte que los demás comerciantes y habitantes del centro histórico se harán remolones y dirán ¿Por qué Soriana sí y nosotros no?. “Poderoso caballero es don dinero…”.
MIS LIBROS. Como de costumbre, sigo anunciando que el libro “Conozco Jerez” se vende en la Nevería “El Paraíso”, en Regalos “Gersy”, en los portales del mercado, en Discos y Casettes “Ara”, en Video REC, en Publicaciones “Sofía” y en Reforma 51, frente de los afamados y sabrosos duros y tostadas de don Carlos “El Porky”. ¡Ah! Y también hay ahora en existencia los dos libros de leyendas y relatos de Jerez.

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